jueves, 26 de septiembre de 2013

Pequeña historia de un arbolito y una niña

HABIA UNA VEZ… una semilla que fue encontrada en la costanera por una nena que había nacido sorda. La nena y sus abuelos plantaron la semilla en una maceta y entre los tres cuidaban del pequeño arbolito que crecía, comunicándose sus progresos con el lenguaje de señas.

La nena fue sometida a un implante coclear a los 6 años. El arbolito tenía 3 y ya era muy grande para la maceta, así que la nena y sus abuelos decidieron llevarlo a un Parque.

Todas las semanas, los días que podían, le llevaban agua en un par de botellas de plástico y así ambos fueron recuperándose de la intervención a la que habían sido sometidos, pero sin olvidarse uno del otro, ayudándose mutuamente a crecer y siendo participes de este maravilloso milagro que es la vida.

La nena de esta historia se llama Ivana N., hoy tiene 17 años y hace una vida normal.

El arbolito aquel que ella y sus abuelos cuidaron con amor hoy tiene 14 años y es el Samohú (también conocido como Palo Borracho) que se encuentra en el Parque Federal, junto a la dársena de estacionamiento sobre P. Vittori, a mitad de cuadra entre A. Delgado y M. Zapata.

Algunas botellas de agua y su dedicación y amor hicieron la diferencia. Muchos otros arbolitos no sobrevivieron en ese mismo período.

Vos podés ser parte de este cambio con sólo llevar una botella con agua para un arbolito, el que elijas para proteger, cada vez que vayas a caminar, correr, pasear tu mascota o, simplemente, tomar unos mates y descansar.

Vos podés hacer la diferencia.

SUMATE y ayudanos a proteger la vida en el Parque.

GRACIAS!


Marcela Spizzo